miércoles, agosto 23, 2006

Un Destello Púrpura

Capitulo 1: Primera Noche Aquella mujer jamás olvidaría aquella noche solitaria y silenciosa, la cual quedaría grabada en el recuerdo de su mente... ...La calle que se disponía a cruzar camino a casa, jamás había estado tan vacía como en aquella fría noche de invierno. De improviso, recordó las historias de brutales ataques no provocados, cometidos a mujeres quienes como Ella, caminaban sin compañía a altas horas de la noche por aquellas calles. Este horrible recuerdo, sumado a la preocupación de que su adolescente hija se encontraba sola en casa, infundieron en Ella un profundo temor y una gran preocupación. Apurando el paso y observando la calle oscura de lado a lado, muy detenidamente, Ella pudo observar una pequeña luz en la distancia... era como un brillo púrpura que iluminaba ligeramente la figura de una persona, quien apoyada sobre un poste, daba la impresión de llevar aquella extraña luz sobre la palma de su mano, como acariciándola, como encerrándola... fue en ese momento que al distraerse con aquella luz, la dama no notó a los dos fornidos y encapuchados sujetos que se acercaron rápidamente a Ella rodeándola. Al parecer habían permanecido escondidos entre las malezas de algún jardín cercano, y también, daban la impresión de ser ellos los autores de los crímenes cometidos en aquellas calles. Un repentino escalofrío recorrió de pies a cabeza el cuerpo de aquella mujer, dejándola completamente paralizada y sin habla . . . De improviso, uno de los atacantes se dirigió a Ella diciendo... "¡Es una lástima que Ud. sea tan bella!" "¡... Correcto!" agregó el otro "¡... Pues cuando acabemos con Ud. nada de esa belleza quedará!" Repentinamente aquella lucecilla que se divisaba a lo lejos, incrementó abruptuosamente, dejando observar la silueta de un hombre con extrañas ropas, que al parecer no dejaba de observar la luz que emanaba de su propia mano."¡Nada de que preocuparse!" "¡Está demasiado lejos!" dijeron, mientras empuñando sus filosas armas blancas, y sin dar ninguna explicación de su cobarde ataque, se dispusieron estos a hacer blanco, en el indefenso cuerpo de la frágil dama. Esta, al notar el inminente ataque del que sería víctima, y al encontrarse sin mas salida, solo tuvo tiempo de cerrar sus celestes y hermosos ojos, y de sentir el suave sonido del viento cortado por el acero, era... como si todo transcurriera muy despacio.Ella podía sentir como lentamente, se aproximaba el impacto de las armas, las cuales traerían como resultado... su fin... pero... aquel suave sonido fue silenciado súbitamente por un grito aterrador, inhumano, como si lo hubiese emitido una bestia salvaje...... "¡ GwooooaaaaaaAAAAAAAAA!!!!!!!!!! ...!" Mas asustada que nunca, abrió sobresaltadamente sus ojos, para observar así con gran sorpresa, que aquella silueta púrpura que se divisaba a lo lejos, estaba ahora frente a Ella... era pues, el joven de la extraña luz púrpura que la Dama había observado a la distancia. Parado frente a Ella, inmóvil, poseía una rara vestimenta, una larga camisa blanca de extensas mangas, eran cubiertas por un apretado chaleco negro, tan ajustado como su propio pantalón, el cual era rojo, como la cinta que unía sus rodillas... rojo... como el cabello mismo del muchacho, el cual postrado hacia adelante, tapaba los finos rasgos de su rostro frío, de ojos cerrados, y de postura muy erguida, andaba con una mano en el bolsillo, y con la otra afuera, la cual... goteaba la sangre de los atacantes, quienes yacían en el suelo con dos enormes cortes en forma de perfectas cruces,... era pues sin duda aquel joven muy extraño. La dama había empezado a recuperar la calma, y sintiéndose segura y sin peligro, se dispuso a expresarle su agradecimiento a aquel muchacho... cuando... el joven levantó su mano, y escurriendo la sangre con la que se había manchado, abrió sus ojos de rojas y penetrantes pupilas, y dijo . . . "¡Recuerde este momento, cada vez que aprecie la Luna!"... Y sin decir mas nada, dió media vuelta y se marchó, dejando así apreciar la hermosa luna menguante que llevaba bordada en la espalda de su chaleco... Aquella mujer muy confundida no podía dar crédito a lo que acababa de presenciar, era como si aquel jóven hubiese recorrido esa extensa distancia, y hubiese detenido a aquellos atacantes, en solo un abrir y cerrar de ojos... pero... la perfección de los cortes eran impresionantes,... No... definitivamente no encontraba explicación racional a aquellos hechos...............
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