martes, noviembre 06, 2007

El mendigo

Un mendigo había estado sentado más de treinta años a la orilla de un camino. Un día pasó por allí un desconocido. "Una monedita", murmuró mecánicamente el mendigo, alargando su viejo sombrero. "No tengo nada que darle", dijo el desconocido. Después preguntó: "Qué es eso en lo que está sentado?" "Nada", contestó el mendigo. "Sólo una caja vieja. Me he sentado en ella desde que tengo memoria". Alguna vez ha mirado lo que hay dentro?", preguntó el desconocido. "No" dijo el mendigo" Para qué? No hay nada dentro". "Échele una ojeada", insistió el desconocido. El mendigo se las arregló para abrir la caja. Con asombro, incredulidad y alborozo, vio que la caja estaba llena de oro.

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

yo tambien quiero una caja jejeje de esas yujuuu!!!!! pero ps me conformo con lo que tengo ps ya que jejeej no me sobra pero no me falta bueno amigita un saluditooo y ps te quiero mucho lo mas chido es contar con amistades como la suya la quiero retearto amiga muaksesotes

noviembre 07, 2007 11:31 a.m.  
Blogger Vampírum-Pável said...

La moraleja es: mira tu trasero antes de pedir dinero; y si no tienes monedas pues extiende tu viejo sombrero.

noviembre 08, 2007 11:18 a.m.  

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