El sueño dentro de un sueño

Cada noche tomaba la bola de cristal en donde se encontraban guardados cada uno de los recuerdos de su vida, sucesos, personas, así como anhelos, deseos, ilusiones y temores, cada uno radiaba destellos de luces diferentes, haciendo muy llamativa la bola de cristal. Ella la agitaba fuertemente, hasta que cada uno de los contenidos se mezclaban rápidamente, al final ella se quedaba dormida, y los contenidos que lograban fusionarse, tenían la labor de inventar un sueño, ya fuera una ilusión, o una pesadilla, dependiendo de qué contenidos fueron los que se unieron, así sería el rumbo del sueño, la persona lo viviría en un estado de reposo uniforme. Al día siguiente probablemente lo recordaría todo detalladamente, o quizá una simple idea de lo que soñó, o probablemente ya no recordaría nada. Espera tranquila en su cuarto, para agitar de nuevo la bola de cristal, ser vencida por el sueño y ver qué le deparará ésta noche.